"Como flotando sobre la línea del horizonte, azuleaban a lo lejos muchas otras montañas", Enric Valor

31 de julio de 2012

De Porta Coeli a Soneja. IBP 126



Cruzamos de una cara a otra de la Calderona para ir del Camp del Turia al Alto Palancia remontando dos veces la Sierra. Pistas y caminos en buen estado para completar 75 kms y 1.610 metros de desnivel. Subiremos a Tristán por el Poll, bajaremos a Soneja por el Coronel. La sorpresa está a la vuelta, caminos rotos y empinados y unas sendaspara remotar el Portillo,  para posteriormente subir a Tristán por Ferrer. Exigente ruta, gran satisfacción.

Ruta en bici 1743085 - powered by Bikemap 


A las 13.15h desconectaba el GPS. Llegaba a casa tras empezar la ruta a las 6:30h y después de haber ciclado 75 kms y haber ascendido 1.610 metros. La temperatura ahora sobrepasaba los 30 ºC, cuando salí esta mañana hasta echaba de menos algo más de abrigo.

Javi, incombustible e impasible ante el sufrimiento, me esperaba en el cruce acordado a la hora acordada, las 6:45h. Él tuvo que madrugar un poco más. El reto propuesto pudo más que la pereza y los dos comenzamos a dar pedaladas hacia Soneja desde los pies de la Sierra Calderona, estábamos en el Camp del Turia. Una agradable conversación y sin un ápice de ganas por desgastar fuerzas consumíamos los primeros kilómetros de esta larga jornada. Ascendemos al Poll por la Pujá Roja, no paramos, seguimos a Tristán, tampoco paramos. Cumplimos así casi 20 kms de continuo ascenso para tomar la pista que nos llevará hasta la Masía del Coronel. Pista en buen estado que nos permite ganar algo de tiempo y mejorar la perezosa media que llevábamos hasta el momento, puesto que todo es descarado descenso. Antes de llegar al Coronel un par de repechos de esos con los que no cuentas nos vuelven a activar y a la altura de la Masía abandonamos las pistas para adentrarnos en caminos estrechos de continuas subidas y bajadas, divertidos, curvas cerradísimas. Cruzamos la Rambla del Somat, pasamos por la Loma de Juan Gómez y el Barranco Juncar para encontrarnos casi sin darnos cuenta ya en la Vía Verde dirección a Soneja.
Los horarios se iban cumpliendo, llegamos a Soneja con algo más de 35kms en menos de 3h. Ahora tocaba parada, almuerzo y diversiones varias. Retomaríamos la marcha una hora y media más tarde. El calor comenzaba a posicionarse en nuestra contra.
La vuelta sería toda una aventura. La idea era llegar a la zona de las Lagunas y para ellos tomaremos caminos estrechos, en buen estado pero con pendiente ascendente en casi todo momento. Vamos haciendo kilómetros hasta bordear El Cabezo y adentrarnos en lo que queda de un bosque calcinado hace algún año ya. Aquí vienen las sorpresas. El firme se torna impracticable, al menos para mí, demasiada pendiente combinada con demasiado bolo suelto hace dar lo máximo sobre la máquina. Javi incombustible asciende mientras yo peno más de lo normal. Vamos ganando altura en busca del Portillo, donde un poco más allá están las ansiadas lagunas. Cuando las rampas cesan, eso sí, salvando la última que tiene una pendiente inciclable, disfrutamos de una senda en parte ascendente, en parte descendente y en parte llana, en la cresta de un montículo que nos permite deleitarnos con las vistas a ambos lados de nuestra posición. Seguimos en este punto las indicaciones de un PR.
   
Una vez en las lagunas descansamos y ponemos rumbo a Ferrer evitando lo máximo el asfalto, para ello cruzaremos el barranco del Plumer y del Dominguillo. Llegamos a Ferrer.
Volvemos al inicio después de varias horas de pedaleo. Frente a nosotros la Calderona. El objetivo, remotarla de nuevo y llegar a Tristán. Serán 7 kms de continuado ascenso con tramos exigentes pero en su mayoría llevaderos. Coronamos, el calor aprieta, las piernas resentidas anhelan el descenso hacia casa.
Ponemos ahora rumbo al Poll donde nos despedimos y yo concluyo la ruta por la vía más corta, Font del Marge, donde he de parar a refrescarme abundantemente, y punto final en la Torre de Porta Coeli.

Gran reto el consumado en esta jornada. Cruzar la Calderona de Sur a Norte y volver es una gran recompensa y rodar por caminos desconocidos para nosotros nos abre nuevos horizontes para próximas aventuras.

Gracias a Javi por tan grata compañía, sin ti hubiera sido mucho más pesado.





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