Si hay algo que ha caracterizado al Factor Campo desde sus inicios es el no haber seguido ningún orden a la hora de trazar nuestras rutas y esta semana no iba a ser menos….
Si bien la lógica hubiera recomendado hacer una rutilla de “adaptación” tras dos semanas de parón (Motibiker reconócelo, seguro que entrenaste con la bici por Amsterdam!), las ganas nos pudieron y emprendimos rumbo al Pico del Águila desde nuestro punto habitual de inicio en Torre de Porta Coeli.
Tras haber pasado los míticos y habituales charcos del camino de La Torre (Iker, sigo diciendo que tienes que venir a analizar este misterio!) , pudimos rápidamente comprobar que se había dado el pistoletazo de salida a la temporada veraniega y casi en procesión, transitamos hasta las primeras rampas del Portixol.Realmente, este corto pero intenso puerto nunca suele resultarme cómodo de subir, pero la falta de sueño y alguna cerveza de más, lo endurecieron algo más de lo normal y me hizo plantearme que el día iba a ser larguito…..
Afortunadamente, una vez coronado, las sombras del camino de la Font de la Gota, nos permitieron llegar cómodamente al desvío de la Font del Berro.
En este punto, giramos a la derecha para enfilar las primeras rampas de la Font del Berro y casi del tirón, proseguir rumbo al Collado de la Moreria y a la Font del Poll, donde aprovechamos las pocas sombras existentes, para tener un merecido y reponedor descanso.Con las pilas algo recargadas, proseguimos rumbo al Mas de Tristán siguiendo la pista del GR-10, sufriendo las duras rampas que separan la Font del Poll de Penyas Altas y de Tristán.
Una vez finalizada la ascensión y alcanzado Tristán, una reconfortante bajada nos conduce al cruce hacia Gátova o hacia el Mas de Ferrer. De las dos opciones, tomamos el camino de la derecha, dirección hacia el Mas de Ferrer y tras unos 3 Km de bajada, tomamos un brusco desvío hacia la izquierda, buscando seguir nuevamente la orientación Gátova – Pico del Águila.
El desvío nos permite seguir descendiendo suavemente hasta alcanzar el barranco de la Mina, punto a partir del cual, el camino comienza a picar hacia arriba. Un nuevo giro a la izquierda tras unos 2 Km de subida, nos permite divisar en la distancia el Pico del Águila y , algo más próximo, el molino del Pico Iranzo.Desde allí, 3 km de continuos toboganes nos conducen a la falda del pico del Águila, brindándonos fabulosas panorámicas del valle del Palancia y haciendo al mismo tiempo que nuestra moral se venga abajo, viendo la auténtica “pared” que queda por subir para alcanzar la cima de nuestra etapa.
Pero bueno, como a cabezones no nos gana nadie (y además, queríamos terminar de ganarnos un suculento almuerzo), no podíamos irnos sin intentar alcanzar el pico y trepar por sus empinadas rampas…. Así que tras dejar a nuestra izquierda la pista que nos bajará a Gátova, comenzamos a notar el castigo de las piernas en cuanto cambiamos al pavimento hormigonado de las rampas del Pico.
Es precisamente este pavimento, el que “facilita” la subida al pico, haciendo que unas rampas imposibles se conviertan únicamente en unas rampas endiabladas, en las que la combinación “plato pequeño + piñón grande + enorme paciencia” es la clave que nos permite seguir subiendo. Finalmente, tras unos últimos 500 m terribles, alcanzamos casi sin resuello las casetas de vigilancia forestal y con el ello, el objetivo de nuestra etapa.
Tras las fotos de rigor (ciertamente, tenemos que practicar dónde ponerse cuando utilizamos el disparo automático), volvemos por nuestros pasos hasta encontrar el desvío que nos lleva a Gátova, de dónde regresamos a nuestro origen tranquilamente por la carretera…
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